Es lamentable que algunos individuos utilicen etiquetas no constructivas para condenar a otros, porque nadie tiene derecho a degradar a otros en base a sus cualidades físicas, y esto aplica no solo a las personas sino también a los demás. Incluso los animales están incluidos.
Todas las criaturas, independientemente de sus diferencias, deben ser aceptadas por lo que son. Sin embargo, hay personas que no captan esto y se obsesionan con juzgar el aspecto del pelaje en unas condiciones concretas, a pesar de que no nacieron así.
Esta es la historia de Alan, un apuesto boxeador de un año y luchador de artes marciales mixtas que nació con una condición genética que hace que su nariz se tuerza y se incline hacia la derecha cuando cierra el hocico.
Alan es un caniche que fue salvado por Johanna Handley, de 41 años, de Godalming, Inglaterra, después de que lo descubriera abandonado en Doha, Qatar.
“Los cachorros pueden decir lo que quieran, pero Alan es nuestro perro, y sabemos que es encantador y genuinamente especial”, agrega Johanna.
Johana estaba cansada de que tildaran de fea a su mascota, así que tuvo la idea de crear una cuenta en una red social para contrarrestar los malos comentarios. Alan, y afortunadamente, los resultados fueron espectaculares.
Para poner las cosas más difíciles, Johanna creó la cuenta Alan the Wonky Dog, que significa “Alan the wonky dog”, para dirigirse directamente a las personas que critican a su mascota.
“He recibido muchos comentarios negativos sobre la apariencia de Alan. “Algunos me prometieron que me enviarían dinero para que lo operaran y le repararan la cara, pero no hay forma”, explicó Johanna.
Alan se ha convertido en uno de los furries más conocidos en las redes sociales, con más de 141.000 seguidores y más de un millón de “me gusta” en sus publicaciones.
El objetivo de Johanna ha sido demostrar lo maravilloso que es su perro por dentro a pesar de su aspecto exterior. Ella alienta a las personas a abrazar y adoptar perros rescatados con necesidades especiales, ya que son criaturas que merecen disfrutar de una vida llena de amor y cuidado.
“Hice que un veterinario lo evaluara para una cirugía porque estaba preocupado por su futuro y posibles problemas respiratorios, y el veterinario me dijo que está absolutamente sano”. Su nariz y mandíbula tendrían que ser rotas y reparadas. Sería una agonía insoportable para algo simplemente encantador. “No sirve de nada hacerle pasar por eso”, comentó Johana.
Johana ha resistido los ataques de su amigo peludo con una valentía y un cariño asombrosos. Sus comentarios y mensajes han sido bastante elogiosos desde que abrió su cuenta.
“Todos lo adoraban”, dijo Johana.
Johana se siente aliviada de haberlo salvado. Es el miembro desaparecido de su familia.
La historia de Alan es muy conmovedora; ayudemos a su madre a correr la voz sobre la adopción de estos extraños cachorros compartiéndolo.